Por: JOHN CARLIN.
El exjefe de inspectores de la FIFA pide la renuncia del actual
presidente.
Para que el barco no se hunda se
tiene que suicidar el capitán. Si el capitán no se suicida, se hunden él y el
barco también.
La lección está clara: si Sepp Blatter
conserva aún el más mínimo sentimiento de lealtad al fútbol, el deporte al que
ha dedicado más de la mitad de sus 79 años de vida, debe dimitir ya como
presidente de la FIFA, cargo que ocupa desde 1998. Que se presentase Blatter
para reelección este viernes, como ha dicho que hará pese a la detención el
miércoles por la noche de siete altos cargos del organismo que preside acusados
todos de corrupción, significaría, en el caso aún probable de que ganara, un
golpe devastador a la credibilidad de la FIFA y también a sus finanzas, ya que
sus grandes patrocinadores comerciales saldrían en espantada.
Esta es la opinión de Harold
Mayne-Nicholls que fue el jefe del equipo de inspectores de la FIFA para las
sedes candidatas a los Mundiales de 2018 y 2022, cuyos polémicos ganadores,
elegidos por voto secreto en contra de las recomendaciones de los propios inspectores,
fueron Rusia y Qatar. “Si sigue Blatter vendrán años terribles para la FIFA”,
dijo Mayne-Nicholls, que trabajó para el organismo desde 1993 hasta su dimisión
en 2012. Entrevistado el miércoles Mayne-Nicholls, que también fue presidente
de la Federación de Fútbol de Chile, agregó que Blatter debería irse “por el
bien del fútbol”.
¿Habrás más detenciones? “Creo
que sí. La forma en que la policía suiza detuvo a los siete en el medio de la
noche demuestra que no van a dejar pasar ni una”. ¿Ni Blatter estará a salvo?
“Ya es rico y eso me hace dudar. Su sueldo no se ha hecho público, pero en la
FIFA se ha hablado de que como presidente gana unos dos millones de dólares al
mes”.
Sea culpable de corrupción o no,
o de permitir que otros lo fueran, Blatter no puede seguir en su cargo. “El
daño que se ha hecho a la FIFA durante sus 17 años de presidencia ha sido
demasiado grande”, según Mayne-Nicholls. “Lo que tiene que ocurrir ahora es no
solo que dimita él sino que se hagan cambios profundos a la constitución de la
FIFA a favor de la transparencia, que hoy es inexistente”.
En cuanto a la posibilidad de que
se anulen las decisiones de celebrar los Mundiales de 2018 y 2022 en Rusia y
Qatar, Mayne Nicholls dice: “Pero si las investigaciones demuestran que aquí
hubieron hechos claros de corrupción, no le quedará otra a la FIFA que buscar
nuevas sedes”.
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Fuente: http://www.elpais.com
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