Lo primero que hizo la madre de
James Rodríguez (Cúcuta, Colombia, 1991) al parirlo fue preguntar si había
nacido con todas las extremidades. 23 años después un fisio se las levanta, las
deja caer, y se las machaca para que la estrella del Madrid se ponga a punto.
Es domingo por la mañana y James dormita boca abajo.
— ¿De
niño tenía pesadillas?
— No
recuerdo ninguna.
Su madre guarda un gol favorito,
y no es el más famoso de todos, el del Mundial de Brasil, sino uno que marcó en
2010 con Banfield ante Lanús. James se deshizo de un rival, la pisó y taconeó
para un compañero, entró en el área como un bisonte y de nuevo con el balón
encaró al portero sin ángulo. Lo tiró llevándose la pierna atrás como si fuese
un taco de billar y la levantó suave al poste. Ni a izquierda ni a derecha:
James Rodríguez apuntó a la cabeza del portero y le obligó a agacharse. La
madre de James, Pilar Rubio, se preguntó entonces si su hijo no habría nacido
con alguna extremidad de más.
"El destino me sonrió, pero era Falcao el que lo merecía”, le dijo al
embajador colombiano"
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Fuente: www.elpais.com
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